Ciencia ficción mexicana: futuro, pasado y realidades alternas

Junio 2009 / Fotos: José Luis Hernández Juárez, Eric Ángeles y cortesías.

El origen

La ciencia ficción nació en una noche atacada por rayos. La electricidad, la luz de la vida, animaría la creación del hombre por el hombre y el Dr. Víctor Frankenstein, junto con Mary Shelley, darían origen a la ciencia ficción. El elemento científico y la creación de posibilidades fueron entonces el inicio, polémico, como todo descubrimiento, de una serie de invenciones tanto literarias como tecnológicas. Nombres como Verne, Asimov o Wells contribuirían en estas invenciones.

  En México, 45 años antes de la primera publicación de Shelley, en 1773, el fraile dominico Fray Antonio de Rivas es enjuiciado por la inquisición. Su delito, un relato considerado el primer

Gabriel Trujillo
Gabriel Trujillo

cuento de ciencia ficción en México: Sisigias y cuadraturas lunares…. La ciencia ficción mexicana quedó inaugurada cientos de años antes de Asimov, Bradbury o K. Dick.

  En este número quisimos rescatar un género de posibilidades, de futuros, pasados y realidades alternas; una propuesta de especulaciones que ha abierto el panorama del arte y ha creado nuevas formas de ver el mundo; un género que alcanzó su mayor punto en creación y difusión en México hace ya veinte años.

   Con este propósito entrevistamos a ocho de los protagonistas de este movimiento literario en nuestro país, cada uno muy diferente al anterior, que impulsaron la creación de foros, publicaciones y un vasto público para este, absurdamente llamado, subgénero.

Biografías

Bernardo Fernández (Bef)

Monero, diseñador gráfico y escritor mexicano. Ganador del premio nacional de novela Otra vuelta de tuerca y del premio memorial Silverio Cañada por su novela Tiempo de alacranes. Uno de los más reconocidos escritores de ciencia ficción y de literatura infantil en México. Ha publicado también su trabajo como historietista en Monorama y Pulpo Cómics, así como en las revistas Día Siete, Nexos, SUB, Chilango y Complot. Sus publicaciones más recientes son Ojos de Lagarto y la reedición de Gel azul, novela que le haría acreedor a la primera mención del concurso Vid y al premio Ignotus en España.

Blanca Mart

Escritora catalana residente en México. Licenciada en Historia (Antropología) por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora en el Instituto Nacional de Prospectiva de la Ciudad de México. Entre sus publicaciones se encuentran La era de los clones, Cuentos del Archivo Hurus, La soledad de la Meiga y Ficción Prospectiva. Ha publicado adaptaciones infantiles a libros como Rebelión en la granja, El diario de Ana Frank, Don Quijote de la Mancha y Drácula. Con su propia editorial, El taller, ha reunido las obras de jóvenes catalanes y mexicanos en sus antologías Flores nocturnas y Difrentes. Ha participado en publicaciones como Curia, Relieves, Blanco Móvil, Azoth, Nahual y Asimiov.

Gabriel Trujillo

Escritor, editor, médico cirujano y profesor de la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC. Ha ganado el premio estatal en ensayo, poesía, periodismo cultural y novela. Uno de los escritores más prolíficos de su generación, tiene cerca de una centena de publicaciones entre las cuales destacan su libro de cuentos Miriada (1991) y su novela Mezquite Road (1995) entre otros. Ha obtenido el premio nacional de ensayo Abigael Bohórquez; premio nacional narrativa Colima para obra publicada; premio binacional de poesía Pellicer-Frost y el premio Excelencia Frontera.

Libia Brenda Castro
Libia Brenda Castro

H. Pascal

Escritor, periodista, psicólogo y productor de eventos culturales. Creó el Círculo Independiente de Ficción y Fantasía (CIFF), al igual que publicaciones como Azoth, Goliardos y Terra Virtual. Iniciador del Festival de Ficción y Fantasía y de recurrentes homenajes a los poetas malditos, Poe y Lovecraft. Además de ser muy reconocido como difusor cultural ha publicado novelas como El santo grial: soñar con dios, Fuego para los dioses, El llanto del verdugo, Las anémonas, El holograma irlandés; en poesía En la pupila líquida del pozo, Sobrevivir en una de tus playas, Como por ejemplo en la madrugada y (Aparece) un gato malo y un gran número de cuentos entre los que destaca Crepúsculo rojo.

Irving Roffé

Escritor y traductor mexicano. Autor de Vestigios y Barbaries. Colaborador y traductor en la revista Asimov. Ha traducido del inglés, italiano y hebreo trabajos de Joe Haldeman, Lewis Shiner, David Brin, Mary Rosenblum, e Isasc Asimov. Participó en la antología Más allá de lo imaginado de Federico Schaffler, así como en la revista Umbrales. Actualmente es traductor de textos científicos.

Libia Brenda Castro

Escritora y editora. Imparte clases y asesorías de literatura y creación literaria. Ha publicado en las revistas Asimov, Azoth, Fractal, Sub, además de haber sido incluida en las antologías: Cuentos compactos, El hombre en las dos puertas, Ginecoides  y en el Especial Philip K. Dick de Andrómeda.

Miguel Ángel Fernández (MAF)

Abogado, historiador, investigador y considerado uno de los máximos expertos en la literatura de ciencia ficción mexicana. Autor, entre otros trabajos de Ciencia Ficción Mexicana: Siglo XIX y Visiones periféricas. Desde la publicación de su trabajo Los cartógrafos del infierno en México: ¿Quién es quién en la ciencia ficción nacional y dónde vive, en Complot Internacional, es considerado uno de los investigadores más serios y destacados en este género.

 

Ricardo Guzmán Wolffer

Narrador, poeta, dramaturgo y abogado. Fue miembro del consejo editorial de Asimov y Biombo Negro. Colaborador de Asimov, Biombo Negro, Blanco Móvil, El Búho, El Imparcial, El Nacional, Excélsior, Generación, Hojas de Utopía, La bellota, La Hora, La Jornada, Los Universitarios, Noticias y hora, Origina, Renacimiento (Sevilla, España), y Revista de Revistas. Primer lugar en el Concurso Estatal de Cuento Oaxaca por El cono de la luz eterna; Premio Nacional de Poesía Ramón Iván Suárez Caamal por Vivir en filo; Primer lugar en el Concurso Relámpago de Cuento Breve por Aullar Premio Tirant lo blanc, convocado por el Orfeó Catalá.

Breve panorama de la ciencia ficción en México

Antecedentes

Miguel Ángel Fernández
Miguel Ángel Fernández

Con el relato de Rivas, nació la ciencia ficción en México, sin embargo su producción nunca ha sido constante. Después de más de cien años, aparece la primera novela de ciencia ficción en México: Querens de Pedro Castera (1890) y los poco conocidos poemas y cuentos de Amado Nervo continuaron con el género, al igual que Eugenia (1919) de Eduardo Urzaiz, que, a pesar de ser un texto anterior, tiene muchas similitudes con Mundo feliz de Aldous Huxley.

Gracias a la presentación de la revista Crononautas (1964) de Alejandro Jodorowsky y René Rebetez surge, como la llama Miguel Ángel Fernández, la primera generación de escritores de ciencia ficción: Carlos Olvera, Jorge Tenorio, Agustín Cortés Gaviño, Jaime Cardeña, Antonio Sánchez Galindo, Juan Aroca Sanz e Irene y Arturo Gutiérrez.  Además de Crononautas, otras publicaciones como Los cuentos fantásticos (1948-1953), Enigmas (1955-1957) y Ciencia y Fantasía (1956-1957) aparecieron en la escena literaria en México.

Una tertulia inesperada

Muchos consideran la iniciativa del CONACYT como el punto de partida para la ciencia ficción mexicana contemporánea. Fue en 1983 cuando, en su revista Ciencia y Desarrollo, comenzaron a publicar relatos de autores mexicanos y latinoamericanos como Antonio Ortíz, Manú Dornbierer, Daniel González Dueñas y Juan José Arreola. Los textos que fueron enviados por el público mostraron gran interés por parte de los lectores en la ciencia ficción.

  La primera convocatoria del premio Puebla se dio en 1984. Los organizadores esperaban 20 o 30 cuentos, sin embargo llegaron más de 100 obras de toda la república. En la tercera convocatoria, Arturo César Rojas, con El que llegó al metro Pino Suárez ganó el primer premio, pero no entregaron el dinero por el absurdo hecho de que el cuento usaba “malas palabras”. El dinero fue usado para dar talleres y fue en ellos donde los autores comenzaron a conocerse.

   Poco a poco aparecieron proyectos como Umbrales (1991) de Federico Schaffler, que llegaría a 50 números, Fractal de Gerardo Sifuentes y José Luis Ramírez y Pulpa de Langosta de Gerardo Horacio Porcayo; todos estos autores provenientes de Puebla, al igual que José Luis Zárate y Brenda Libia Castro. Mauricio José-Schwarz fundó Estacosa en 1991. Otros proyectos como Sub de Bef, Pepe Rojo y Joselo Rangel, ¡Nahual! de Andrés Tonini y Azoth de H. Pascal nacieron como proyectos posteriores a la creación de la AMCFYF.

  Nombres como Mauricio José-Schwarz (creador del premio Kalpa), Federico Schaffler (creador de la antología Más allá de lo imaginado), Héctor Chavarría o Gabriel Trujillo comenzaban a trascender, al igual que dos de los mayores impulsores del movimiento de ciencia ficción mexicana: José Luis Zárate y Gerardo Horacio Porcayo.

La era de los fanzines había comenzado.

Auge y dispersión: AMCFYF, Asimov y CIFF

  Fue en una de las presentaciones de Vestigios y Barbaries donde Irving Roffé gritó a los cuatro vientos que era el único escritor de ciencia ficción mexicano. Chavarría y Porcayo, presentes en el evento, le hicieron ver su error con sus caras de disgusto. Poco a poco, los escritores de ciencia ficción reconocían que no eran los únicos y se reunían en proyectos más elaborados.

Es hasta 1991 cuando todos los escritores de este género se reúnen y crean la Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía (AMCFYF). Paco Ignacio Taibo, Gonzalo Martré, Gabriel Trujillo,

Ricardo Guzmán Wolffer
Ricardo Guzmán Wolffer

Federico Schaffler, Mauricio José-Schwarz, Mario Méndez Acosta, José Luis Zárate, Gerardo Horacio Porcayo, Héctor Chavarría y Miguel Ángel Fernández, entre otros, vieron nacer lo que prometía ser el inicio del auge de la literatura fantástica mexicana.

  Los proyectos de fanzines se digitalizaron a través del paso del tiempo hasta convertirse en ezines. Otracosa de José-Schwarz y La langosta se ha posado de Porcayo pasaron a ser proyectos en disquetes de 3 y 1/2. La aparición de La primera calle de la soledad de Porcayo, funda el cyberpunk en México, género que cultivarían autores como Zárate, Bef, Gerardo Sifuentes y José Luis Ramírez. Ricardo Guzmán Wolffer comenzaba a ser reconocido, no sólo por sus textos policiacos, sino por novelas como Que dios se apiade de nosotros, de la colección Tierra adentro.

   Fue entonces cuando la revista norteamericana Asimov, en 1993, creó su versión mexicana a manos de José Zaidenweber y posteriormente de Salomón Baz Baz; la única condición: publicar 70% de traducciones de textos de Asimov y sólo 30% de autores mexicanos. Esta regla se siguió sólo en los primeros números y Baz Baz y sus compañeros decidieron invertir los porcentajes. Nombres como Guzmán Wolffer, Trujillo, Porcayo, Zárate, Roffé, José Luis Ramírez, Pepe Rojo, Aldo Alba, Alberto Chimal, Blanca Mart y Juan Hernández Luna aparecían constantemente entre sus páginas. Como una red de escritores, nacían proyectos por doquier y colaboraban entre ellos en revistas, fanzines, ezines y publicaciones de libros. Asimov representó la cúspide de la literatura de ciencia ficción en México, hasta 1999 cuando cancelaron la licencia por la inversión de los porcentajes establecidos.

   En 1998 la AMCFYF tenía bastantes problemas internos. El presidente en función, Gonzalo Martré, y algunos de sus miembros tuvieron distintos desacuerdos. La aparición de H. Pascal en la historia de la ciencia ficción resulta trascendente en los años más importantes para este género en México. Pascal invita a Aldo Alba, Guzmán Wolffer, Blanca Mart, Libia Brenda Castro, Porcayo, Zárate y a muchos otros, a la creación del Círculo Independiente de Ficción y Fantasía (CIFF). Con ayuda de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), crea el primer Festival de Ficción y Fantasía y presenta su nuevo proyecto editorial: Azoth. El festival, durante los años que se realizó, fue un punto de reunión para escritores y para el público que crecía cada vez más.

    En conjunto con Ramón y Pablo Llaca, Pascal convocó a algunos escritores para publicar una colección de libros llamada Terra Virtual. Títulos como La era de los clones de Blanca Mart, la antología Silício en la memoria, la obra más representativa del cyberpunk mexicano, de Porcayo, Bestias de la noche de Guzmán Wolffer y Fuego para los dioses del mismo H. Pascal se publicaron bajo este sello. Al mismo tiempo aparece la colección de plaquettes Navegantes del Milenio con dos títulos: Noticias de otros reinos, antología de fantasía mexicana de Libia Brenda Castro y Los mapas del caos, antología de ciencia ficción de Porcayo.

    Después de la ruptura con la UAT, los escritores seguían invitados a eventos como la extinta feria del libro del World Trade Center y, al no tener proyecto editorial, Pascal creó Goliardos. La publicación del plaquette: Vampiros y vampiras: neogótico mexicano de Azoth es considerado por Pascal la lápida del cyberpunk.

    Los escritores poco a poco encontraban su camino solos. Sabían que la  AMCFYF, Asimov y la CIFF habían sido sólo trampolines para su carrera literaria o proyectos de su juventud que no habían podido trascender. Algunos, con necesidad de trabajar, se alejaron de su oficio de escritores; otros, al tener más oportunidades en países como España, deciden publicar en el extranjero.

Vestigios y barbaries

    Después de sus mejores años, lo que quedó del movimiento de ciencia ficción mexicana fue realmente poco a comparación de la multiplicidad de proyectos que nacieron y se sostuvieron en la década de los noventas. José Luis Ramírez, con la ayuda de Libia Brenda Castro y Miguel Ángel Fernández, crearon la base de datos más grande que existe de la ciencia ficción mexicana: http://www.ciencia-ficcion.com. En el 2002, El oscuro retorno del hijo del ¡Nahual!, apareció vía internet como continuación a la revista de Andrés Tonini. La langosta se ha posteado es ahora un proyecto individual de Porcayo a manera de blog. Bef, uno de los escritores más jóvenes, ha tenido mucho éxito y reconocimiento en los últimos años, no sólo como escritor, sino como monero. El proyecto editorial Goliardos parece ser el único sobreviviente a todos estos fanzines y revistas y sigue promoviendo la literatura de género, al igual que es cuna de muchos jóvenes escritores ya con premios a sus espaldas.

    No sólo esta generación de escritores ha publicado relatos de ciencia ficción. Autores como Dr. Atl (Gerardo Murillo), Rafael Bernal, Juan José Arreola, Marcela del Río, Carlos Fuentes, Manú Dornbierer, María Elvira Bermúdez, Homero Aridjis, Hugo Hiriart, Guillermo Sheridan, Jorge Volpi y Paco Ignacio Taibo II, también han cultivado en este género, a veces de manera casual y otros con mayor recurrencia.

    La ciencia ficción en México, para algunos, ha muerto; para muchos otros se encuentra escondida entre nosotros y frecuentemente sale a relucir con un autor nuevo o con algún escritor ya reconocido que retoma sus temas. La ciencia ficción es y ha sido un mundo de posibilidades que ha dado paso a nuevas propuestas; algunas hipótesis señalan que podría evolucionar a otro tipo de género, mientras que otros creen que aún no ha llegado la obra cúspide que lo consolide en la literatura universal.

    Como diría el doctor Víctor Frankenstein al final de la obra: “Donde yo he fallado, otros triunfarán”.

           

¿Qué es la ciencia ficción?

“Si no me preguntas qué es la ciencia ficción, sé decir qué es la ciencia ficción” fueron las palabras de Irving Roffé al intentar contestar a esta pregunta. Existe tal polémica respecto a lo que es o no ciencia ficción, que pocos se ponen de acuerdo. Claro que se tienen algunos paradigmas para su definición, como los que nos ofrecen, por ejemplo, Miguel Ángel Fernández: “Es la rama del arte fantástico que especula sobre las posibilidades de la ciencia y la tecnología y su impacto sobre los seres humanos”; Blanca Mart : “Hay un elemento muy importante en la ciencia ficción que es el futuro. Consiste en hacer un planteamiento hacia el futuro que tenga una base científica o que, por lo menos, use elementos científicos” o Gabriel Trujillo: “Toda ficción que especule sobre el devenir de la humanidad a partir de los cambios sociales, científicos y tecnológicos en que ésta se ve inmersa”.

   La perspectiva tiene mucho qué ver con esta versatilidad de opiniones: “Como lectora, te puedo decir que mi definición es cierto tipo de literatura que nace en el siglo XX y muere en el siglo XX; es una manera, no sé si decirle futurista, de acercarte a la realidad” asegura Libia Brenda Castro al contraponer diferentes enfoques de un mismo texto. “Como escritora, la ciencia ficción es algo que me sale sin querer”. Este último punto refleja la verdadera función de la etiqueta “ciencia ficción”. Como todos los géneros, las etiquetas tienen una utilidad clasificatoria, es decir, de agrupación de textos parecidos con el propósito de que el lector los encuentre y relacione con mayor facilidad.

   A pesar de todo lo anterior, existen definiciones de muy diversa índole, como la que cita Bef de Corliss: “son actos de subversión disfrazados de cuentos de hadas” o la que el mismo Bernardo Fernández y H. Pascal prefieren sostener al recordar la conclusión a la que llegaron diversos escritores de ciencia ficción, hace ya varios años, en un congreso en Estados Unidos: “ciencia ficción es todo lo que escriben los escritores de ciencia ficción”

Marginación de la ciencia ficción

  A pesar de la gran cantidad de lectores que tiene la ciencia ficción, existe cierto desprecio del género por parte de los lectores y escritores. Incluso personajes como Bef se avergonzaban, en un inicio, de admitir que leían ciencia ficción. Las editoriales prefieren no publicar este tipo de textos y, a pesar de que existen obras de muy buena calidad, son  muy poco conocidas. Existen diferentes explicaciones al respecto.

   Miguel Ángel Fernández cree que esto se debe a que la lectura, en la concepción popular, debe ser edificante y nunca para evadir la realidad: la lectura debe ser un estricto aprendizaje y nunca un placer; sólo está bien visto leer clásicos de la literatura universal. Gabriel Trujillo piensa que eso sólo sucede en México, pues también la ciencia y la tecnología están igualmente marginadas. “Su imaginación es callejera, no estelar”. Blanca Mart, asegura que esta predicción involuntaria a veces asusta a quienes no están relacionados con el género; también cree que se trata de un género especializado;  que no todos podrían comprender; por último, tiene la sensación de que los  escritores de ciencia ficción se preocupan muy poco por trabajar su estilo.

    Bef pone en duda el hecho de que exista una obra lo suficientemente representativa para que la ciencia ficción dejara de ser vista como subgénero. Debido a su nueva concepción sobre el género, Libia Brenda Castro está segura de que la marginación de la ciencia ficción se debe únicamente a que la mayoría de escritores escriben mal.

    Irving Roffé, cree, por el contrario, que hay excelentes escritores actualmente, sin embargo la negativa de las editoriales a publicar este género es el verdadero problema. Guzmán Wolffer tiene una opinión muy similar; él adjudica el principal problema a la distribución y difusión de las obras, al igual que a la nueva imposición sobre el marketing sobre la misma calidad de los textos.

Futuro de la ciencia ficción

   H. Pascal, Guzmán Wolffer y Miguel Ángel Fernández aseguran que la ciencia ficción seguirá existiendo como lo ha hecho desde hace ya bastante tiempo. “Va a seguir hablando  del hombre, la tecnología nunca ha sido problema, la iremos asimilando” piensa Wolffer. “Mientras exista arte existirá ciencia ficción” cree Miguel Ángel. Sin embargo, H. Pascal cree que es muy importante que proyectos independientes sigan llevando al público éstas y nuevas ideas, pues ya que el público no representa una verdadera presión para las editoriales, éstas imponen sus intereses.

   Gracias a la televisión, las películas y la misma tecnología, Blanca Mart siente que las personas están cada vez más acostumbradas a la ciencia ficción y la están aceptando más cotidianamente. Por el contrario, Libia Brenda, que cree que la ciencia ficción como tal ha muerto, ve esto como un defecto. Cree que las personas son cada vez más escépticas y más difíciles de impresionar en cuestiones científicas y tecnológicas con tanta información y desinformación a la mano.

    Trujillo y Roffé tienen la certeza de que es necesaria la creación de un espacio editorial en el que se publiquen obras de ciencia ficción, de lo contrario el género no podría consolidarse en México como tal. Bernardo Fernández piensa en la biotecnología como el siguiente paso, un mundo inmerso de alteraciones genéticas, pues la tecnología avanza tan rápido que ni siquiera tenemos tiempo de asombrarnos.

Anécdotas

Irving Roffé

“Cuando publiqué Vestigios y Barbaries, estuve hablando con el que me prologó, Joaquín Hernández Chacón, que me funcionó un ratito como mentor, y le pregunté cómo podía promover mi libro. Me dijo: Tú grita que eres el único escritor de ciencia ficción en México, pero grítalo. Si sale otro que te proteste y que te diga que no, que eres un hijo de la chingada, que lo haga: publicidadImagen (2) gratis. Procedí a gritarlo y salieron todos estos a gritarme, nunca por periódicos, pero me joden cada vez que pueden. El “Chino” Chavarría, Porcayo, Zárate, siempre dicen: Ése pendejo decía que era el único. Tuvimos una época muy buena, mucho fanzine, muchas propuestas interesantes”.

Bef

“Acababa de estar en Tijuana y fui con Pepe Rojo a San Diego a una librería de viejo, donde los libros están en muy buen estado. Era una librería muy grande con muchos stands y al fondo había un cuartito y tiene un letrero que dice: “Aquí no hay literatura, esta es la sección de policiaco y ciencia ficción””

Blanca Mart

“Un día leí unos libros de unos autores, Scholes y Rakim. Ellos consideraban que el año uno de la ciencia ficción comenzaba con Frankenstein. Yo me quedé alucinada. Siempre me habían dicho que Julio Verne o no sé. Mary Shelley planteó un futuro posible y a partir de eso cambió toda la literatura. Ella utiliza un doctor, el elemento científico, el doctor Frankenstein, estudia en la universidad y hace experimentos; todo esto es muy diferente a lo que llamamos magia. Cogía cadáveres para sus experimentos. Todo esto es ciencia. Incluso el rayo que le da vida al monstruo. Según las teorías de la vida, la chispa eléctrica comienza la vida. Incluso en la clonación de la oveja Dolly utilizaron una corriente eléctrica para dar vida. En Frankenstein hay un acto de creación, el ser humano crea a otro ser humano; esto es mitología”.

Libia Brenda

“A Ricardo Bernal le bailábamos porque decía que la literatura de ciencia ficción no existía. Pero Ricardo Bernal es coordinador del diplomado, en el Claustro de Sor Juana, de Literatura de ciencia ficción y fantasía. Primero yo odiaba a Ricardo Bernal en 1998 y pasó la vida, pasaron las cosas y en el 2003, conocí a Bernal, tomé un curso con él y con Chimal de literatura fantástica mexicana y me entero de que él coordina este diplomado. Es un diplomado carísimo, me dijo: No puedes pagarlo y no puedo meterte de a gratis, así que te puedo meter como mi asistente. Lo único que tenía que hacer era sacar copias para los alumnos. Ricardo Bernal, que nunca se metió en nuestros mitotes, sigue en su diplomado. Nunca se metió en pleitos y creo que es el que mejor ha sobrevivido”.

M. A. Fernández

“Siempre que hay alguna revista o algo que empieza a funcionar, desaparece. O se muere el director de una revista o de una nueva colección, o, por ejemplo, como pasó en la revista Asimov, la licencia para usar el nombre, que  tenía DEL Magazines, me parece. El convenio decía: tienen que publicar 70% traducción de obras originales de Asimov  y 30%; lo respetaron como dos o tres números, luego lo invirtieron y cuando quisieron renovar la licencia, les subieron el precio hasta las nubes y no pudieron pagarlo: se acabó la revista.

            “La revista Contactos extraterrestres, una revista de ovnis dirigida en su último periodo por un escéptico, Héctor Chavarría, se decidió publicar traducciones, hasta que a alguien se le ocurrió publicar textos nacionales. El editor dijo: No, los mexicanos no saben escribir ciencia ficción. Luego mandaron los mismos textos con pseudónimos gringos como John English, o no sé, y el editor se fascinó con ellos”.

G. Wolffer

“Trabajaba en El biombo negro, junto con personajes como Felipe Erenberg y Armando Vega Gil, donde publicaba La saga de la verija voladora por partes y pues a algunos personajes del gobierno no les gustó tanto. Nos dijeron que si no dejábamos de publicarlo nos iban a cancelar la revista y pues nosotros seguimos y cumplieron su palabra. Hace unos años, en el 2006 La saga completa de la verija voladora se publicó en editorial Fridaura y Curia y la misma CONACULTA se encarga de la distribución del mismo libro que vetaron”.

Premios a la literatura de ciencia ficción

Nacionales

-Premio Nacional Puebla de Cuento de Ciencia Ficción

-Premio El huevo-AMCFYF-Minotauro

-Premio Nacional Sizigias y cuadraturas lunares…

-Premio Kalpa

Intenacionales

-Premio Internacional de cuento fantástico Tierra Ignota (México)

-Premio Internacional Goliardos

-Premio Internacional VID de ciencia ficción y fantasía

-Premio Nébula (Estados Unidos)

-Premio Utopiales (Europa)

-Premio Apolo (Inglaterra)

-Premio Gilgamesh (España)

-Premio Urania (Italia)

-Premio Hugo (Estados Unidos)

 

Sitios de interés

http://www.ciencia-ficción.com

http://www.angelfire.com

http://www.alfaeridani.com

http://www.ttrantor.org

goliardosazoth.blogspot (H. Pascal)

zarate.blogspot (José Luis Zárate)

lobosector.blogspot (Gerardo Horacio Porcayo)

lalangostasehaposteado.blogspot.com (Gerardo Horacio Porcayo)

monorama.blogspot (Bef)

gsifuentes.blogspot (Gerardo Sifuentes)

trujillo.blogspot (Gabriel Trujillo)